El buen estado de los ladrillos es clave para la apariencia y la durabilidad de cualquier fachada. Con el tiempo, algunos ladrillos pueden deteriorarse, agrietarse o desprenderse, afectando tanto la estética como la seguridad de la construcción.

Nuestro servicio de cambio de piezas de ladrillo reemplaza cuidadosamente los ladrillos dañados por otros nuevos, asegurando un acabado uniforme y resistente. Utilizamos técnicas especializadas que respetan la alineación y el diseño original de la fachada, manteniendo su integridad estructural y mejorando su aspecto general, tanto en viviendas como en edificios comerciales o históricos.